RAZÓN DE AMOR
Si hubiere tenido una razón
para escalar los muros de lo arcano,
en generoso esfuerzo sobre humano
hubiéreme salvar de mi prisión.
Si hubieres… oh, desierto corazón
herido en mil batallas que profano.
Mas,fénix, renaciste por mi mano
de Afrodita, tejiendo la ilusión.
Hubiere yo bebido sin rencor,
gozosa, tu cicuta y medicina,
no fuera de mi sexo tanta ruina
ni fuéreme el vivir tanto dolor.
Si hubiere resistido en lo llorado…
“Polvo seré mas polvo enamorado.”
MCDF. Carmendy
Para finalizar esta corona de homenajes y centenarios,no podía dejar de rendir culto a la figura y obra de un extraordinario y cultísimo bibliófilo extremeño,D. Antonio Rodríguez-Moñino.
D. Antonio Rodríguez-Moñino y Rodríguez nace en Calzadilla de los Barros(Badajoz) el 14 de marzo de 1910.
Erudito bibliógrafo y filólogo español, cursa el bachillerato en los Marianistas de Jerez de la Frontera y en el Instituto Nacional de Segunda enseñanza de Badajoz. En 1922 ingresa para cursar estudios de Derecho en la Universidad de los padres Agustinos de S. Lorenzo del Escorial, allí, en su magnífica biblioteca descubre su amor por la bibliografía. En 1924, con 14 años, edita su primera publicación sobre la enseñanza en los Institutos, en el periódico La libertad, de Badajoz. En 1926 forma parte del recién creado Centro de Estudios Extremeños y escribe dos obras claves para sus estudios extremeños: Teatro extremeño del S. XVI, y Folclore extremeño, hoy perdidas. En 1928 se establece en Madrid, estudia Derecho y Filosofía y Letras y frecuentará las tertulias de estudiantes, formando una propia en el Café Castilla. Aún estudiante, sería nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Buenas Letras de Málaga. En 1931 con 21 años, consigue una beca de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria, a propuesta unánime de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, para ampliar estudios en Francia y Bélgica. En esta época es nombrado Académico correspondiente de la Real Academia Hispano Americana de Ciencia y Arte de Cádiz. Con menos de 20 años publica textos esenciales: La biblioteca de Arias Montano, 1929, Dictados tópicos de Extremadura, o, Virgilio en España, 1930. Y una Bibliografía hispano oriental, 1931. En 1935 gana una cátedra de Instituto. Al filo de la Guerra Civil sería nombrado técnico de la Junta de Protección del Tesoro Artístico y dirige la salvación del patrimonio bibliográfico durante la guerra al depositar los libros incautados o recuperados, en la Biblioteca Nacional de Madrid.
En 1936 se publicaba en Madrid editado por el Ministerio de Instrucción Pública, el primer” Romancero de la Guerra Civil” ,con algunos poetas del 27.Al año siguiente, con un prólogo de Antonio Rodríguez Moñino, se publicaba el “Romancero General de la Guerra de España”. En 1939 se casó con María Brey Mariño. No quiso exiliarse, sufrió un expediente de depuración y fue inhabitado para la docencia durante más de 20 años, condenado a traslado forzoso fuera de la provincia de Madrid por 5 años, siendo despojado de su cátedra. La resolución de su expediente se dilataría hasta 1966. Fue toda una autoridad en pliegos sueltos y bibliografías y editó un facsimil con introducción bibliográfica e índices del Cancionero General de Hernando del Castillo(Valencia1511), en 1958. También compuso un utilísimo manual bibliográfico de cancioneros y romanceros impresos en el S. XVII, y un Diccionario de pliegos sueltos S. XVI, en 1970, que tuvo edición ampliada por otros autores… Trabajo en la Biblioteca de la Real Academia Española. Bibliotecario del Museo Lázaro Galdiano, dedico su atención preferente a los literatos extremeños: Bartolomé José Gallardo, a quien dedicó su estudio bibliográfico en 1955. Publicó las poesías de Gregorio Silvestre. Dictados tópicos de Extremadura, poetas extremeños del S. XVI, Joaquin Romero Cepeda poeta extremeño, y la primera parte de una Historia de la Literatura Extremeña, en 1942, que llega hasta el Renacimiento. Fue director de la Editorial Castalia. Durante los años 1949- 52, se dedicó a estudiar la obra de Cristóbal de Mesa. Tras ser expulsado de su cátedra por sus simpatías republicanas fundó la Revista española, en 1953, que publico ensayos, críticas y narración breve, donde asomaron los autores del medio siglo o del Realismo social: Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio y Alfonso Sastre. Tenían tertulia en el Lyón d’or, presidida por Moñino. Fue profesor y dio cursos en Estados Unidos desde 1960, en la Universidad de California, Bekerly… fue Vicepresidente de la Hispanic Society of América. Muy tardíamente, en 1966 fue nombrado miembro de la Real Academia de la Lengua Española.
Muere en Madrid en 1970, legando un esplendido tesoro bibliográfico: 15.000 libros, muchos de ellos inéditos; estampas y grabados… a la Real Academia Española. Y unos 5.000 volúmenes a la Biblioteca de Cáceres, la cual lleva su nombre y el de su mujer, desde 1995. Su gran obra puede considerarse: Las fuentes del Romancero General, en 12 tomos, con notas, índices y suplementos, (Madrid Real Academia Española, 1957) .
En el esplendido estudio(recomiendo su lectura)que le dedica su sobrino Rafael Rodríguez Moñino Soria," La vida y obra del Bibliófilo y Bibiógrafo D. Antonio Rodríguez Moñino", dice: fue un intelectual republicano liberal,dentro de un régimen político, la República, que defendió y acepto desde el primer momento, pero, así mismo, se mostró siempre repetuoso con ideas opuestas o diferentes, en cierto modo, a las suyas.
Hoy, mi sincero homenaje de admiración y respeto para este insigne extremeño, llamado por Marcel Bataillón: “príncipe de los bibliógrafos españoles”. Que supo del halago y el reconocimiento tanto, como de los viles garfios de la infamia…
Con esta sencilla pero, emotiva entrada, rindo culto a su memoria y a su obra, como parte importantísima en la historia de la Bibliografía y la Literatura extremeña.
MCDF. Carmendy