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29 de octubre de 2010

ELEGÍA PARA HAITÍ



Amigos y amigas de este blog.
El pasado sábado se conmemoraba el Día de la Lucha Contra la Pobreza en el Mundo. Aunque con un poco de retraso por problemillas de salud y familiares, no quiero dejar de aportar mi humilde granito de arena en pos de la erradicación de esa maldita lacra social que por la neglicencia de nefastas políticas capitalistas,en el Siglo XXI, siguen dejando morir de hambre y de miseria a millones de seres humanos en el Mundo.Sirvan estas humildes palabras como denuncia y protesta frente a oidos y bolsillos sordos. Mi agradecimiento y admiración para tanta gente solidaria implicada en esta lucha, entre ellos los músicos y cantantes de este video. Carmendy

Desde este dolor inmenso, un deseo pido a los dioses:
que mi pluma no se rinda ante tanta adversidad…

Elegía para Haití

Tiembla la tierra, ruge, golpea, hiere a sus hijos, los destruye, los entrega a la parca sin pudor.
La madre nos rechaza, nos devuelve su moneda herida. No escucha nuestro llanto, nuestro dolor inmenso y desgarrado.
¿A quién pedir explicaciones…? ¿Quién sabría dar una respuesta a ese infierno que arde en Haití…?
El corazón estalla. El corazón es un volcán herido y se revela. Y la lengua maldice esa vaga quietud de los dioses ante la mísera desnudez del hombre; a penas un soplo de ceniza por el Cosmos.
La música, la danza, el teatro… ¿dónde esta la poesía en Haití? ¿ dónde el derecho a la vida...?
Sólo veo ojos despavoridos, manos suplicantes, piernas desgarradas, muñones en carne viva mostrando sus cicatrices al sol. Y bocas, enseñando sus dientes hambrientos al polvo de los días. Cuerpos rotos, sucios, mutilados, como guiñapos clamando al aire. Muertos pudriéndose en los escombros, esperando una mano solidaria que los guíe a su última morada.
Hambre, sed, desesperación… miseria y más miseria por los siglos.
Sé que esto no es una epístola, ni un relato, ni un cuento; ni tan siquiera sé si es literatura. No me importa, al escribir no pretendía que sólo pudiera oler a retórica. Simplemente era la necesidad de hablar conmigo misma, de manchar cuartillas, de desahogarme, en esta larga noche de insomnio, intentando sosegar mis lágrimas.
Desde la impotencia y la desesperación ante tanta desgracia humana, me pregunto: de qué sirven los preceptos, los premios, los aplausos, nuestras efímeras conquistas…?
Hoy, sólo he visto gente muriendo. Cuerpos destrozados, hogares rotos, niños sin sonrisas, madres horrorizadas frente a un horizonte de cadáveres…
La noche como un pozo de cuchillos aúlla en mi cabeza. Escupe sus fantasmas el silencio, me atrapa en su tela de araña y surgen mis demonios; y me llevan con ellos al abismo donde todo es oscuro sin remedio…
El alma se me rompe en mil pedazos; no siento las manos, ni el aire, ni la pluma, me cuesta respirar y… tengo miedo. Mis muertos, mis hermanos heridos y hambrientos de Haití, me llaman por los cauces de la sangre. Oigo en mis arterias sus gritos de terror; oigo sus quejas en la noche, sus llantos suplicantes al Mundo. Y siento rabia. Siento otra vez la impotencia golpeándome el pecho y, como una oración desesperada, una y mil veces hago mi pregunta: ¿por qué, por qué tanto dolor…? ante el silencio del Cielo y de la Tierra.
Son las cuatro de la mañana. Sigo desvelada y sin respuesta ante ese calvario del siglo XXI llamado Haití. Sigo manchando cuartillas sin orden ni concierto, sin sueño, sin sosiego…
Sigo esperando en la noche un rayo de esperanza, una luz de justicia, un canto de alegría para un pueblo….
Hasta cuándo, dioses, este lamento…?

MCDF. Carmendy. Enero2010

3 Leer / Dejar Comentario:

Carmendy dijo...

Amigos y amigas seguidores de este blog.
Siento deciros que he tenido problemas técnicos en el blog y se han perdido todos los hermosos comentarios que dejásteis en esta entrada. Me ha entristecido grandemente por tratarse de un tema tan humano y querido para mí, como es la terrible tragedia de ese pueblo hermano de Haití.
Pido mil disculpas y espero que en breve mi hijo pueda volver a ponerme cada cosa en su sitio, sobre todo el margen izquierdo que, como por arte de magia ha desaparecido de mi pantalla.
Espero que nada interfiera vuestras amables visitas.
Muchas gracias por vuestra generosa amistad¡¡
Besitos mil. Carmendy

Francisca Quintana Vega dijo...

Ayer no me atreví a dejar aquí mi comentario....pero, dado que se perdieron los demás, rompo mi avergonzado silencio..para apoyar tu grito de desesperada petición de apoyo y ayuda.

Me daba vergüenza...porque,por desgracia, poco puedo ayudar, pero, bien sabe Dios que ni siquiera puedo soportar pensar en esa tremenda desgracia mucho tiempo,pues la pena me invade. Confiemos en que Dios haga que, las personas de las que depende una ayuda efectiva, hagan todo lo que deban, al respecto.
Besos, y gracias por este precioso blog....Carmendy.

Carmendy dijo...

Gracias amiga por atreverte y por tu querida y estimada presencia en este balcón.
Me alegra en el alma tu comprensión, solidaridad y buenos deseos por tanta gente que sufre en Haití y en tantas otras partes del Mundo. No se puede mirar para otro lado ante ésta tragedia humana en pleno S. XXI; aunque no podamos hacer mucho,debemos seguir denunciando las políticas capitalistas del Mundo que no les interesa acabar con esa maldita lacra del hambre y la miseria de los más débiles.
Siento que se perdieran esos más de treinta comentarios de los amigos/as que visitaron esta entrada para unir nuestras voces y decir ¡¡basta ya de tanta injusticia¡¡
Apesar de la impotencia, debemos seguir denunciando...
Abrazos grandesssss,amiga. Carmendy

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