In memorian
Como apasionada lorquista, no quería dejar pasar más tiempo sin rendir un sencillo, pero cálido homenaje de admiración y respeto, hacia la figura y la obra de un genio del cante Flamenco que nos dejó hace un mes, y que tantas veces nos deleitara en su entusiasmo por musicar poemas de los grandes escritores clásicos, entre otros, muchos de los más hermosos de mi amado poeta García Lorca.
El pasado 13 de diciembre de 2010 moría en Madrid Enrique Morente Cotelo después de ser operado de un cáncer de esófago.
Natural de Granada- 25 de diciembre 1942- Madrid, 13 de diciembre 2010.
Es considerado como uno de los más grandes renovadores del Flamenco. Paseó su arte por todo el Mundo y obtuvo a lo largo de su carrera artística numerosos premios y distinciones: el Premio Nacional de la Música 1994, la Medalla de Oro de Andalucía 2005, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 2006… entre otros muchos, por dedicar toda una vida a engrandecer el arte Flamenco.
Descanse en paz el Maestro. Desde estas líneas mi más sentido pésame a su maravillosa familia.
Imposible olvidar tanta emoción. Aún se me pone la piel de gallina recordando aquellas imágenes del entierro vistas por TV.
Según los medios de comunicación, más de cinco mil personas pasaron ante el féretro instalado en el Teatro Isabel La Católica de Granada, para darle el último adiós al cantaor del Albaicín.
Jamás había sentido yo tan hondo ese quejío naciendo de las puras raíces del flamenco, como ese día lo descubrí en la voz desgarrada de su hija Estrella, rota y traspasada por aquel filo de pena negra… en ese “Llanto de la guitarra” lorquiano, se me aparecieron de pronto esos misteriosos y viejísimos seres, tantas veces invocados por Federico. El ángel, el duende y la musa, reñían su batalla de siglos frente a una mujer rota, herida de fragua y yunque.
Mientras en el bordón de una guitarra se elevaban tus cantos ancestrales, como palomas blancas volando por la Alhambra.
Mientras, Omega de plata por la luna, iba ya buscando tu garganta otros requiebros, otras palmas de luz, otros cantes antiguos de Darro y Sacro Monte, de versos de almizcle y hierbabuena, de jazmineros en flor y surtidores…
Como ofrenda olorosa de mil culturas, te alzó diciembre a los coros celestiales. Desde mi balcón te siento cantar una dulce y angelical cantiga de amigos…
Con estas humildes líneas hoy me quito el sombrero para decirte:
¡¡ Gracias Maestro. Va por Vd.¡¡
ACRÓSTICO A MORENTE
Homenaje al cantaor
Onírico de Granada.
Músico de verde oliva.
Encajes trenza tu copla
Niño, por los surtidores.
Andaluz de fragua y yunque.
Jazmines y hierbabuena
Embrujo de tu quejío.
Al compás baila el azul.
El Darro y el Albaicín
Navegan por tus cantares.
Riza limones el viento.
Idilios sueña el Genil.
Quiere la noche tejer
Urdimbres de pena y son.
En un Carmen de la luna
Morente canta un fandango.
Ole¡ se alegran los ángeles.
Ríen gitanos de cobre .
Estrellitas le jalean
Nanas del caballo aquel…
Todo el Orbe está feliz.
Enrique canta en el Cielo¡
MCDF. Carmendy